Cuenta Roberto San Eugenio que esta serie fotográfica no surgió como proyecto al uso, sino como fotos individuales captadas en viajes realizados a lo largo de varios años; cuando lo leí, inmediatamente me hizo recordar una frase de Tacita Dean, “nada es más aterrador que no saber hacia dónde vas, pero no hay nada más gratificante que darse cuenta de que has llegado a un determinado sitio sin tener una idea clara del camino”, porque Roberto ha llegado, sí, en su viajar por el mundo, buscando una foto, ha ido encontrando una manera de reflejar, no tal o cual ciudad, sino la ciudad, lo urbano, en su ritmo vertiginoso, en sus gentes, sus locales, sus barrios…
El trabajo de Roberto San Eugenio se puede decir, sin duda, que se encuentra dentro de lo que es la esencia de la Street Photography. No importa en qué ciudad estemos, percibimos aquello que le es común a todas ellas, la condición humana, en un entorno que no siempre es amigable. Porque sus imágenes, sus “notas de viaje” transmiten esas sensaciones casi inevitables asociadas a las grandes ciudades, la soledad entre la multitud, la velocidad, las prisas, con pequeños espacios para el sosiego. Sensaciones potenciadas por sus imágenes de lugares vacíos, por esa forma de mirar a través de los cristales desde dentro hacia fuera, desde fuera hacia dentro, en esos planos recortados, asimétricos, incómodos, encuadrados por líneas, sombras y desenfoques que marcan los límites espaciales y temporales, como metáfora de los límites de todos y cada uno de los seres humanos que las habitan, en su paso, igualmente vertiginoso, por la vida.
Angélica Suela de la Llave
Comisaria